Tipos de ejercicios seguros
Si estás embarazada y es la primera vez que vas a hacer ejercicio físico, considera las siguientes opciones:
Caminar: Es la mejor actividad para las mamás embarazadas porque es segura, fácil de practicar y te proporciona beneficios cardiovasculares, o sea, es perfecta incluso si no hacías nada de ejercicio antes del embarazo.
Inscribirte en una clase de aerobics de bajo impacto o seguir un DVD de ejercicios. Busca los que estén hechos específicamente para mujeres embarazadas.
Natación: Es una excelente actividad porque permite trabajar todo el cuerpo pero pone poquísima presión sobre las articulaciones. Además, tiene la ventaja de que en el agua flotas y te sientes ligera, lo cual alivia temporalmente la incomodidad provocada por tu pancita cuando ya está más grande.
Yoga prenatal y estiramiento: Estas dos actividades alivian la tensión y ayudan a mantener el cuerpo flexible y fuerte.
Actividades que debes evitar
Deportes de alto riesgo, como el buceo, y actividades durante las cuales te puedes caer y lastimar, como montar a caballo, esquiar cuesta abajo, hacer snowboarding, y practicar esquí acuático están prohibidas durante el embarazo.
Otros tipos de ejercicio, como montar en bicicleta, deben hacerse con precaución o incluso posponerse hasta después del nacimiento del bebé. Aunque muchos ciclistas digan lo contrario, algunos expertos aseguran que montar en bicicleta durante el segundo y el tercer trimestre es peligroso porque puedes perder el equilibrio y caerte con mayor facilidad.
Aunque no es recomendable empezar a correr durante el embarazo, está bien hacerlo si ya practicabas jogging antes de quedar encinta. Tal vez tengas que modificar tu rutina ahora que estás embarazada, por eso consulta a tu médico.
Después del primer trimestre evita hacer ejercicios acostada de espaldas, como los abdominales, ya que podrían provocar mareos y reducir el riego sanguíneo hacia el útero.
Los ejercicios con pesas y otros que exijan que estés de pie por largo rato sin moverte, también podrían reducir la cantidad de sangre que llega al útero. Para evitar que esto ocurra, mantente en movimiento cambiando frecuentemente de posición o simplemente moviendo las piernas.